Fülszöveg
Imre Madách (1823-1864) es el autor
del más grande drama filosófico hún-
garo, La Tragedia del Hombre, que gra-
cias a la profundidad de sus ideas es
único en la literatura de la nación.
El escritor era hijo de una familia
noble. Debido a una grave enfermedad
no pudo participar en la guerra de libe-
ración húngara de 1848-1849, pero más
tarde, por haber brindado asilo a los
perseguidos, tuvo que sufrir, no obs-
tante, un ano de prisión. La derrota de
las revoluciones europeas y la de la hún-
gara lo llenaron de profundo pesi-
mismo. Su obra escrita en 1861, La
Tragedia del Hombre, es el fruto de sus
luchas internas.
La Tragedia del Hombre, es una vasta
visión cósmica sobre la historia de la
humanidad. En cuanto a su género es
un poema dramático. Madách se educó
en la filosofía histórica del siglo XIX,
estudió a Herder, interpretó y aplicó
la dialéctica hegeliana, mas su visión
histórica fue individual. En las escenas
que se suceden en su obra, contrapone,...
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Fülszöveg
Imre Madách (1823-1864) es el autor
del más grande drama filosófico hún-
garo, La Tragedia del Hombre, que gra-
cias a la profundidad de sus ideas es
único en la literatura de la nación.
El escritor era hijo de una familia
noble. Debido a una grave enfermedad
no pudo participar en la guerra de libe-
ración húngara de 1848-1849, pero más
tarde, por haber brindado asilo a los
perseguidos, tuvo que sufrir, no obs-
tante, un ano de prisión. La derrota de
las revoluciones europeas y la de la hún-
gara lo llenaron de profundo pesi-
mismo. Su obra escrita en 1861, La
Tragedia del Hombre, es el fruto de sus
luchas internas.
La Tragedia del Hombre, es una vasta
visión cósmica sobre la historia de la
humanidad. En cuanto a su género es
un poema dramático. Madách se educó
en la filosofía histórica del siglo XIX,
estudió a Herder, interpretó y aplicó
la dialéctica hegeliana, mas su visión
histórica fue individual. En las escenas
que se suceden en su obra, contrapone,
proporcionando dimensiones míticas
a su propio destino y al de la nación, el
encerramiento individual y la actitud
colectiva y responsable que lucha por
el porvenir de la humanidad.
Las escenas históricas de La Tragedia
del Hombre sirven solamente de fondo
para las reflexiones de Adán, Lucifer
y Eva, para la justificación de la con-
cepción histórica de Madách.
Adán es un héroe romántico y viril,
activo, confiado que se apasiona fácil-
mente, a su lado Lucifer es un pesi-
mista, espíritu de la negación y repre-
sentante de la fría racionalidad quien
esgrime implacables argumentos de la
razón. Junto a Adán y a Lucifer, Ma-
dách destina en su obra un papel fun-
damental a Eva, como "principio de lo
eternamente femenino".
Buscándose parangón en la literatura
mundial, el poema dramático de Ma-
dách se ha comparado a menudo con
el Fausto de Goethe, con el Cain de
Byron, pero estas obras sólo ofrecen la
posibilidad de paralelos exteriores. La
Tragedia del Hombre examina de modo
personal y valiente los problemas onto-
lógicos de la existencia humana. La
profundidad y la universalidad del
planteamiento del problema, la sensibi-
lidad ante las contradicciones, el punto
de vista dialéctico, la belleza y la origi-
nalidad de la visión poética hacen que
la obra sea actual hasta en nuestros días.
La Tragedia del Hombre ha sido pu-
blicada en este siglo en varios idiomas y
en varias ediciones. La versión espanola
de la obra se debe al excelente drama-
turgo cubano Virgilio Pinera.
Vissza 
